Comienzas a encajar los horarios, las nuevas rutinas, aparecen nuevos proyectos, nuevas personas, y comienzas a echar de menos a otras. Quizás sea que el nuevo año siempre trae cosas nuevas, o que de un año para otro se nos olvidan las mayorías, pero me levanta una ilusión que pocas cosas lo hacen, la rutina me parece algo tan maravilloso, llegar agotada a casa, una de las mejores sensaciones de mi día. Lo echaba tanto de menos, llenar el tiempo hasta el limite del agobio y tener que hacer planes semanas antes para que todo encaje, será que soy una directiva empresarial frustrada, pero madrugar, el ritmo frenético y las citas programadas me parecen algo tan satisfactorio, no tener tiempo ni para estar triste, quizás es eso lo que me gusta...
Antes no tenia sentido levantarse, apenas podía poner dos cosas en la agenda y ahora ver los días llenos, me hacía tanta falta, me veo tan positiva, tengo tantas ganas, comenzar de nuevo ha sido lo más duro que he hecho en mi vida, pero Dios bendiga los nuevos comienzos, porque me ha salvado la vida, y solo él sabe hasta que punto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario